Ansiedad: Síntomas y cómo afrontarla

¿Qué es la ansiedad?

La ansiedad es una emoción normal que se experimenta en situaciones en las que el sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno.

Habría que diferenciar entre miedo (el sujeto conoce el objeto externo y delimitado que le amenaza y se prepara para responder) y ansiedad (el sujeto desconoce el objeto, siendo la amenaza interna y existiendo una dificultad en la elaboración de la respuesta).

Existen distintos cuadros clínicos en los que la ansiedad es el síntoma fundamental:

  • Trastorno por crisis de angustia, en el que la ansiedad se presenta de forma episódica como palpitaciones, sensación de ahogo, inestabilidad, temblores o miedo a morirse.
  • Trastorno de ansiedad generalizada, con un estado permanente de angustia.
  • Trastorno fóbico, con miedos específicos o inespecíficos.
  • Trastorno obsesivo-compulsivo, con ideas intrusivas y desagradables que pueden acompañarse de actos rituales que disminuyen la angustia de la obsesión (lavarse muchas veces por miedo a contagiarse, comprobar las puertas o los enchufes, dudas continuas).
  • Reacciones de estrés agudo o postraumático.
  • Trastornos de adaptación a situaciones vitales adversas.

¿Cuáles son las causas de la ansiedad?

Las causas fundamentales son los factores genéticos, existiendo una predisposición al trastorno, aunque se desconoce su contribución exacta y el tipo de educación en la infancia y la personalidad, presentando mayor riesgo aquellas personas con dificultad para afrontar los acontecimientos estresantes.

Entre los factores precipitantes de la enfermedad estarían los acontecimientos estresantes, en particular las dificultades en las relaciones interpersonales, las enfermedades físicas y los problemas laborales.

¿Cuáles son los síntomas más habituales?

  • Palpitaciones
  • Sensación de ahogo
  • Angustia
  • Fobias 

En lugar de evitar las cosas que disparan tu ansiedad, es mejor enfrentarlas. Podría llegar a sorprenderte lo que eres capaz de hacer. A continuación, hay cinco cosas que te pueden ayudar a aprender a enfrentar la ansiedad:

Pasos para afrontar la ansiedad

Comienza por tener una mentalidad enfocada en el «crecimiento». 

Algunas personas tienen una mentalidad «cerrada«. Tal vez piensen: «Yo soy así.  Me pongo ansioso antes de hablar en clase. Mejor no voy a levantar la mano”. Con una mentalidad cerrada, las personas creen que las cosas no pueden cambiar. Piensan que son así y punto.

Pero la ciencia que estudia el cerebro ha demostrado que es posible enseñarle al cerebro nuevas maneras de responder. Las personas con una mentalidad centrada en el «crecimiento» lo saben. Saben que, con esfuerzo y práctica, pueden mejorar en prácticamente cualquier aspecto de la vida. Esto incluye enfrentar la ansiedad.

Detecta qué te hace sentir la ansiedad. 

Conoce las sensaciones corporales que forman parte de la ansiedad. Descríbetelas. Cuando estás ansioso, ¿Sientes mariposas en el estómago? ¿Te sudan las manos? ¿Te tiemblan las manos? ¿El corazón te late más rápido?

Reconoce que estos sentimientos forman parte de la respuesta normal del cuerpo a un desafío. No son nocivos. Desaparecen por sí solos. La próxima vez que los sientas, intenta detectarlos sin que te moleste su presencia. Acéptalos. Permite que estén allí. No tienes que hacerlos desaparecer. Pero tampoco debes darles toda tu atención. Fíjate si puedes hacer que pasen a un segundo plano.

Respira 

Respira lentamente unas pocas veces. Podrías inhalar mientras cuentas hasta 4 y exhalar mientras cuentas hasta 6. Puedes usar los dedos para contar cuatro o cinco respiraciones. Respirar varias veces lentamente no hará que la ansiedad desaparezca, pero puede reducirla. Tal vez te ayude a prestar menos atención a las sensaciones y los pensamientos de ansiedad. Puede ayudarte a recomponerte y estar listo para seguir adelante.

Explícate a ti mismo lo que harás 

Cuando estés ansioso, es común que te digas a ti mismo cosas como: «No puedo hacer esto». O «¿Y si lo arruino todo?». En lugar de eso, planea decirte algo que pueda ayudarte a enfrentar el momento con coraje: «Puedo hacerlo». O «Es normal que me sienta ansioso. De todos modos, puedo hacerlo”.

Enfrenta la situación: no esperes a que la ansiedad desaparezca 

Tal vez pienses en posponer el momento de hablar en la clase hasta que ya no te sientas ansioso por hacerlo. Pero las cosas no funcionan de ese modo. Lo que te ayudará a manejar la ansiedad es enfrentarla. Esto se llama exposición.

Aprender a afrontar la ansiedad requiere tiempo y paciencia. Sobre todo, requiere práctica y estar dispuesto a enfrentar las situaciones que hacen aparecer la ansiedad. Comienza con un pequeño paso. Cuanto más practiques, mayor capacidad tendrás para manejar la ansiedad.

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